Inacción de la TGR en cobranza de multas a beneficio fiscal, derivadas de Resoluciones DGA por incumplimiento ejecutoriado y desacato de los infractores. Con la construcción de pretiles y extracción de áridos ambos al interior del cauce natural del río Diguillín de la región de Ñuble, provocan serios daños al medio ambiente, a la comunidad y en especial a las bocatomas que captan sus aguas del río Diguillín, colocando en riesgo el riego de unas 7..000 hectáreas que permite regar a unos 1.500 pequeños agricultores.
La ley 21.064-2018, aumentó las multas frente a estas infracciones, por el grave daño que provocan, pero son letra muerta si la TGR no cobra, motivando la ilegalidad y comodidad de estos infractores que en su mayoría tienen recursos y contactos.
Consultado en la TGR de Ñuble, no tienen mayor información, competencia y menos recursos económicos para realizar dichas cobranzas (menos de 900.000 pesos al año) para gastos de esta índole, además de las limitaciones del covid19.
Es urgente, transparentar estos procesos hacia la comunidad y cumplir con el espíritu de ley. En los últimos días ha sido ampliamente difundido en los medios de comunicación de la región de Ñuble, el grave daño que provocan estos infractores a los cauces naturales, sin que se les cobre las multas sancionatorias. |