Solicito reunión con la Directora Nacional del INDH para plantear la situación de vulneración de derechos en que se encuentra mi hijo Cristóbal Fernando Monsalve Soto, con síndrome de Down, a la fecha de 26 años de edad. En su caso, se está vulnerando el artículo 12 (igual reconocimiento como persona ante la Ley) y artículo 13 (acceso a la Justicia) de la Convención, tal como lo plantea el Informe del Comité de la ONU sobre los Derechos de las personas con discapacidad, en su Informe sobre Chile del año 2016 (puntos 23, 24, 27 y 28). Por ello requiero el apoyo y asesoría jurídica especializada por parte del Instituto a fin de lograr la vigencia de los mencionados y los demás derechos que corresponden a mi hijo.
Brevemente mi caso es el siguiente: Mi hijo vivió conmigo desde su nacimiento hasta los 21 años de edad. El padre nos abandonó a los 2 años de edad de Cristóbal y formó otra familia. Nunca durante los 18 años siguientes, lo visito en nuestra casa, ni pidió una regulación de visitas a través del tribunal, otorgo apoyo económico por algunos años sólo con una demanda que le interpuse en el tribunal de familia, después dejó de pagar la pensión, y tuve que activar la demanda lo que provocó una deuda millonaria, paralelamente a ello él me demandó en otra ciudad y pidió una rebaja de pensión sin yo enterarme de dicha demanda, ya que mi abogado de ese momento se “le olvidó avisarme” de la notificación para asistir a la audiencia, y el juez fijo una escasa pensión, la cual pagaba junto a un monto mínimo de la deuda adquirida por no pago de la misma en años anteriores . Yo crié a mi hijo sola.
El año 2012 quedé sin trabajo y surgió una oportunidad laboral para mí fuera de Chile. En ese momento el padre (en un reencuentro casual) se ofreció para hacerse cargo de Cristóbal mientras yo exploraba la viabilidad de dicha oferta. Su abogado redactó un documento, que firmé sin leerlo detalladamente. Después comprobé que una situación planteada como temporal fue redactada como definitiva. Y así, aunque en definitiva no viajé, el padre y su nueva pareja empezaron a dificultar el contacto entre mi hijo y yo, hasta terminar impidiéndolo totalmente, utilizando para ello presión y/o violencia psicológica sobre Cristóbal. Lo declararon interdicto, ahora el padre es su curador y tutor legal y se le niega toda posibilidad de contacto conmigo. |