Producto de la instalación de Enel en Coronel, se realizó un proceso de reasentamiento de varios grupos poblacionales. El protocolo establecía que la relocalización debía operar con los mismos criterios para todos los relocalizados y no fue así, a unos les pagaron más que a otros, a nosotros específicamente, ni siquiera nos reasentaron, simplemente, como les faltaron casas en las poblaciones que construyeron, compraron casas usadas en la población Pocuro y ahí nos destinaron a 38 familias, en su mayoría de adultos mayores. Donde, no solo perdimos nuestras casas, si no a nuestra comunidad, la cercanía con el mar, nuestros trabajos y nuestras familias, si no que nuestra calidad de vida. Posteriormente se realizó un reajuste por tamaño de terreno y sólo se consideró a algunos, no a la totalidad. Estas injusticias, generadas por una gestión desordenada de la política de reasentamiento de Enel, ha generado molestia, ansiedad, depresión y sentimiento de impotencia en los miembros de nuestra comunidad y sus familias. Necesitamos que alguien nos escuche , estudie los antecedentes sin prejuicios y nos ayude a hacer justicia, para no tener que volver a los portones, ni a la torre de la central boca mina. Y pedimos ser escuchados por el ministro y depositar en su persona una petición de gestor de una solución. |